Hotel en el centro
Gente guapa, pero guapa en todos los sentidos. Lo que más me ha gustado de mi breve estancia en el hotel ha sido el maravilloso trato del equipo humano por el que está compuesto. A destacar la atención de Dan, el conserje y Héctor, el botones. Cercanos, cálidos y muy agradables. Estuvimos cenando en el restaurante de los mapas, yo de primero pedí una ensalada y estaba buenísima, de segundo taco de vaca, creo que se llamaba así, la carne, en su punto, se deshacía en la boca. Los postres muy ricos también, no me dio tiempo de hacer fotos
Cuando subí a dormir a la habitación, la cama te absorbía, he dormido plácidamente toda la noche entre las almohadas y el edredón calentito.