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Opatija es un precioso pueblito de la...

Opatija es un precioso pueblito de la costa de Croacia. Está a unos 10 kilómetros de la ciudad de Rijeka. Para ir, puedes tomar uno de los buses urbanos que salen cada 20 minutos desde Rijeka, o puedes, llegando de Trieste en Italia, encontrar un bus directo.
Nosotros fuimos en coche, pero el pueblo está construido sobre la costa, y el coche lo tienes que dejar fuera, porque las calles son principalemente peatonales.
En la parte más occidental, hay un lindo puerto pesquero, y luego por la avenida que está como un malecón a lo largo de la costa, puedes alcanzar el centro y los lugares un poco más turísticos. Desde Opatija ves a lo lejos la parte de Rijeka más industrial, no la vista más bonitas. Pero el pueblo en sí es muy lindo.

Eran los ricos industriales de Rijeka que buscaban un lugar un poco alejado de la ciudad y más tranquilo para venir a pasar el verano. Entonces construyeron esta ciudad como un balneario en los años 1850.
Ahora hay un poco de todo, croatas, italianos más que todo, y algunos turistas venidos de más lejos.

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Opatija es un preciosísimo pueblecito ...

Opatija es un preciosísimo pueblecito costero que se encuentra situado a 13 kilómetros al oeste de Rijeka. Para todos los que vayan a acercarse a Istria es una parada fundamental y además, se encuentra muy cerquita de la espectacular isla de KRK, así que os recomiendo que hagáis una parada en este lugar, al menos un día.
Lo más bonito que vamos a encontrar en Opatija son las vistas de la costa. Desde este lugar además de poder contemplar el mar en todo su esplendor, vamos a poder ver también unos paisajes verdes espectaculares procedentes del monte Ucka, el más alto de Istria, que se encuentra al lado de Opatija.

Pero además de las vistas hay muchos lugares con un gran encanto. Si recorremos el paseo que discurre junto al mar nos vamos a encontrar con unos parques preciosos, uno de ellos, el Svetog Jakova, destaca sobre los demás gracias a una escultura de oro (por lo menos de color oro) que tiene en el centro y que llama muchísimo la atención.
Otra de las cosas que no hay que perderse son los edificios. Antes de la Primera Guerra Mundial Opatija era uno de los destinos preferidos de los ricos del Imperio Astrohúngaro, quienes se construyeron aquí unas mansiones espectaculares que hoy en día se han convertido en hoteles. Tienen muchísimo encanto, porque reflejan la riqueza de otra época (y no son tan caros como parece).
Otra de las cosas que tiene Opatija es que al estar muy cerquita del monte más alto de los alrededores, el Ucka, se pueden realizar muchísimas rutas de senderismo que llaman la atención por los paisajes que poseen. Hay rutas para todos los gustos, pero la mayoría no son excesivamente duras, así que están recomendadas para todo el mundo.
Por cierto, lo que más me gustó de este lugar son las enormes cervezas que te ponen en las terrazas que hay junto al mar, porque además de estar deliciosas no son caras. Y quienes quieran comer algo, en Opatija el rey es el pescado, por supuesto.