Esta ciudad tiene un encanto especial gracias a los murales reivindicativos de la ciudad. De tono político, económico, histórico... no te esperas que un pueblo con unas calles nada especiales puedan ofrecer una visita tan agradable por sus paredes.
Para conocer la Cerdeña profunda (nada de playas, yates y discotecas) hay pocos sitios como Orgósolo. En medio de la Barbagia, de difícil acceso y con una población con fama de cerrados incluso entre los vecinos. Pasear por el pueblo admirando los murales (en general, bastante rojos) es sin duda un experiencia para vivir y probablemente haya pocas cosas más alejadas de la imagen de playa y lujo que se tiene la isla.
Este pueblo perdido en Cerdeña es famoso por sus murales reivindicativos y de lucha.
