Espectacular
Fui con mi pareja por recomendación y la experiencia fue aun mejor de lo que podía imaginar. Ni mucho menos es el típico italiano, hay muchísima variedad de platos, imposible quedarse con hambre. El tipo de servicio nos encantó: te sirven bastantes platos para que puedas probar todo, pero en unas raciones que te permiten disfrutar de todos y cada uno de ellos. El vino fue excelente. Nos dejamos guiar por el sommelier y fue todo un acierto. Para rematar la velada, un postre delicioso.
El precio fue como en cualquier restaurante de alta cocina, pero merece la pena, vale lo que cuesta. Totalmente