ANADEL
No pudimos caer en mejor lugar
No pudimos caer en mejor lugar, habíamos aterrizado una hora antes, dejado la maleta en el hotel Barion, y llegado a cenar a este pueblo marinero encantador, donde los niños juegan al balón en la plaza, los vecinos salen a charlar y tomar el fresco en verano por la noche. Este era el inicio de un viaje por Puglia, y ya pensando en repetir.
En el puerto hay algún que otro típico restaurante de pescado con mesas corridas y hule como mantel, donde al lado de la lonja ofrecen burrata, fresca ensalada, pulpo del mismo mar que hay enfrente, o calamares con pescaditos.
Otro de esos inmensos
Placeres que proporciona viajar es el descubrimiento continuo de sensaciones tan distintas en solo unas pocas horas.
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