Palacio de Amalienborg

Tuvimos que correr mucho, porque el cambio de guardia estaba como algo opcional, donde sólo iríamos si teníamos suficiente tiempo. Corriendo por aquí, corriendo por allá, conseguimos arañar un poco de tiempo de todas las visitas mañaneras para no perdernos al go que se ha convertido en todo un espectáculo.
No pensábamos que fuera a haber tanta gente, ni que hubiera que moverse tanto de un lado a otro.
En principio todo sucede en la explanada del Palacio. Hay que esperar a que a las 12 en punto venga el relevo desde el Palacio de Rosemborg.
Luego se dirigen con impecable paso marcial a un lado de la explanada y realizan un cambio, y luego al otro y allí cambian a dos guardias que se encuentran en unas casamatas.

El palacio real de Amalienborg es la residencia de invierno de los reyes de Dinamarca. Son cuatro palacio diferentes, organizados alrededor de una plaza octogonal. En el centro encuentras una estatua de Frederick V, el fundador de Amalienborg. Las fachadas rococo están protegidas por unos guardias a pie. Amalienborg fue construido después de la destrucción por un incendio del palacio de Christiansborg en 1794. La familia real compró el conjuntó y se instaló. Los cuatro palacio fueron construidos para alojar a las familias más prestigiosas de la corte. La construcción empezó en 1750. Está el palacio de Christian VII, Christian VIII, Frederik VIII y Christian IX. Es una pena que no hayan más jardines, todo parece muy secreto, muy escondido. Pero la plaza es una joya arquitectural.

Aunque se habla del "Palacio de Amalienborg" en singular, se hace referencia a un conjunto de cuatro palacios distribuidos simétricamente en torno a una plaza octogonal: La Plaza de Amalienborg.

Está considerado como una una de las mejores piezas de la arquitectura danesa en la que nos podemos encontrar con un llamativo cambio de guardia; comienza a las 11:30 de la mañana en el castillo de Rosenborg y finaliza en esta plaza sobre las 12 de la mañana.

Los soldados vestidos con pantalones azules, casacas rojas y enormes morriones, mantienen la tradición imperial marchando al compás militar. Esta ceremonia sólo se realiza diariamente cuando la reina está en su palacio.