La verdad es que son unos jardines preciosos. El verde del lugar y el agua constrasta con los grandes rascacielos que se encuentran justo al lado. Además, el típico puente de todas las fotos requiere una instantánea para toda la vida. No pude entrar al palacio por estar cerrado, pero me aseguran que tampoco me perdí gran cosa.
El Palacio Imperial es la residencia actual del emperador de Tokyo y solo está abierto al público dos días al año: el día del cumpleaños de emperador y el día de año nuevo. En cambio, los jardines del ala este si se pueden visitar.
Además, se puede recorrer todo el exterior, caminando al lado del foso, por una ruta en la que os encontraréis a muchísima gente haciendo footing. Este paseo os lo recomiendo si tenéis tiempo, pero si vais con el tiempo justo es mejor que la dejéis, porque es muy larga (son casi seis km) y merece mas la pena ir a otros sitios que darle la vuelta al Palacio.
El Palacio Imperial de Tokyo, residencia del emperador de Japón, solo puede ser visitado con cita previa via web. Para los que nos damos cuenta de eso al llegar a Tokyo, nos queda pasear por los jardines orientales del Palacio Imperial, un enorme parque, el "centro vacío" de la capital nipona.
La entrada es gratuita y en general se encuentra bien señalizado. Los jardines están bien cuidados, si bien no llegan a transmitir tanto como otros parques de Tokyo. Además, permite ver los clásicos contrastes de Tokyo, un enorme parque rodeado de los rascacielos de la zona de la estación central.
Tuve la oportunidad en 2011 de visitar Tokio por tan solo 2 días y tras una carrera en China.
Lo primero que visité, dada la cercanía desde mi hotel (The Peninsula), fue el barrio de Ghinza y los Jardines del Palacio Imperial. Ghinza me impresionó por su arquitectura y la noche iluminada de anuncios publicitarios. Un lugar para visitar, pero estoy seguro que el verdadero Tokio con sus templos y sus tradiciones es de visita obligada, una pena no contar con más tiempo.
Los Jardines del Palacio Imperial me encantaron. La naturaleza, el cuidado de los jardines, los templos que rodean el palacio, las lagunas con peces que en mi vida había visto...
El Palacio Imperial es la actual residencia del emperador. Antiguamente el Palacio se encontraba en Kioto, actualmente está en Tokio.
Se encuentra abierto al público los jardines del Palacio Imperial, pero sólo en dos fechas al año se puede ingresar al Palacio: Año Nuevo y el cumpleaños del Emperador.
Pues bueno, unos jardines bonitos y tal pero nada espectacular. Cualquier jardín de cualquier capital europea es igual o mejor y los jardines de Kyoto le dan mil vueltas. Perfectamente prescindible si tienes otras cosas que hacer en Tokyo (que seguro que las tienes). Lo único reseñable es que están alrededor del palacio imperial y total, el palacio no se puede ver...
Un lugar sumamente tranquilo y hermoso. Mucha variedad de vegetación. Todavía quedaba restos del florecimiento del cerezo.
Mi experiencia al llegar a esta pedazo de ciudad fue lo pequeño que es mi pueblo (soy de un pueblo de Vizcaya) aunque es una zona muy urbana la verdad es que todo me parecía a una escala macroscopica. Me sorprendia como al lado de unos rascacielos modernos convivia un palacio milenario.
Un viaje a una cultura admirable.
Entre grandes torres de cristal, encontramos un pequeño pulmón verde y una fortaleza que protege al castillo imperial.
La entrada es gratuita y una buena forma de desconectar del bullicio de la gran ciudad. Los cuidados jardines son una clara muestra de este arte Japones.
