Un magnífico lugar.
El corto trayecto hasta Hampton Court desde el centro de Londres, apenas 30 minutos en un tren que sale desde Waterloo Station, nos lleva a la vez en un viaje temporal muy entretenido.
Tras cruzar el puente que está junto a la pequeña estación aparece la reja del Palacio y tras ella y un amplio jardín, viene la primera fachada que ya es espectacular.
La puerta nos conduce a un magnífico patio llamado de Armas que era hogar de muchos de los miembros de la corte y de los invitados que la frecuentaban. Las ventanas que dan al Patio ocultan múltiples estancias que tenían su propia chimenea e incluso (gran lujo para la época) retretes privados.
Un poco descentrada se encuentra la reproducción de una fuente del vino construida por Enrique VIII allá por 1520 y que se situaba en el mismo lugar. Durante las celebraciones populares de esta fuente manaba vino en abundancia, el colmo de los lujos y de la generosidad por parte del monarca. Diversas figuras de madera representan en el Patio de Armas a gente del pueblo que ha abusado del consumo de dicha bebida.
Por el lateral izquierdo, al fondo del Patio se accede a una sala donde te facilitan las audioguías para la visita. Se puede elegir entre "recorrido familiar" adaptado a los niños y el normal. Nosotros elegimos este segundo y la verdad es que nos resultó excesivamente prolijo ya que narra con todo tipo de detalle y de voces autorizadas, la vida que se llevaba en Hampton Court en las distintas épocas del palacio.
Desde el Patio de Armas se observa en la fachada principal una torre de entrada, llamada de Ana Bolena y a su izquierda la estructura externa del Gran Salón, una de las dependencias más bellas de todo Hampton Court.