Maravilloso es poco decir!!!
Una de las tantas maravillas de este archipiélago Chiloé designada como provincia en 1826, rodeada de mar por tres de sus lados, y una imponderable alhaja es ese conjunto de impactantes construcciones de colorida madera y diferentes tonalidades que se destacan, además de por esto, por estar sostenidas por pilastras de madera las que constantemente son lamidas por las olas del mar a orillas del cual están construidas y a las que se las conoce como “Palafitos” y que en las orillas de los ríos y costaneras inundables de Argentina son también características aunque no se las denomine igual.
Originariamente fueron muy utilizadas por el comercio en épocas en las que en estas construcciones se ubicaban hoteles, restaurantes, cafeterías y tiendas, casi en exclusividad, dado que los que se acercaban allí eran aquellos que comerciaban por el mar trayendo mercancías preciadas de otras regiones del mundo, especialmente del viejo continente. Si nos remontamos en la historia aún más sus antiguos habitantes eran hombres que vivían más en el mar que en la tierra y eran de comunidades nómades.