Palau de la Música Catalana

Si puedes ve a verlo, tanto por fuera como por dentro, buena representación del arte modernista catalán. Aprovecha un concierto que te interese, yo fui a ver a Buika, y tendrás una perspectiva del edificio diferente que si lo haces como visita turística. Vale la pena pagar para ver una obra y recrear el ambiente por sus luces, acústica. Es pequeño y acogedor. Si puedes, coge entradas de la zona de platea del primer piso, zona centro, las mejores vistas. Muy bonita experiencia.

El Palau de la Música Catalana se encuentra todo renovado, y sus bellas fachadas están de nuevo expuestas a la vista y a la admiración del público, es un lugar fantástico, que fue construido por Lluis Domenech i Montaner como sede del Orfeó Catalá, y se inauguró en febrero 1908. Las fachadas son de estilo Art déco, son increíbles, bastante cargadas, pero con detalles alucinantes. El Palau de la Música Catalana es igual de bonito visto desde fuera que desde dentro, si tienes la suerte de poder asistir a una obra a dentro, no te lo pierdas. Pero forma parte también de los edificios más emblemáticos de Barcelona, tanto que está clasificado, con el Hospital de Sant Pau, otra obra de Domenech i Muntaner, en la lista del patrimonio mundial de la humanidad de la UNESCO.

Nos enteramos que había una mañana de domingo de puertas abiertas, gratis y decidimos madrugar para visitarlo...y valió la pena.

Lo habitual suele ser que un Auditorio, sea un edificio de cierto tamaño y normalmente separado del resto de edificios. No es el caso. Al Palau, te lo encuentras al doblar una esquina, sin apenas encuadre para fotografiarlo entero. La complejidad de la fachada angular a dos calles estrechas hace difícil la visión completa del conjunto. Pero sabes que has llegado. No es muy grande, pero su fachada de ladrillo rojo, su imponente mascarón, donde están representados los diferentes estratos de la sociedad catalana, sus preciosas arcadas, las columnas que parten de la primera planta y la presencia del "trencadís", típico del modernismo catalán, lo convierten en un edificio armonioso y de una belleza, difícil de describir.