Parador de Cruz de Tejeda

Visitamos el Parador de Cruz de Tejeda cuando nos enteramos de que tenía una terraza y un spa espectaculares.

¿Qué se puede esperar de una terraza a la que llaman "El Mirador"? Solo unas vistas fuera de serie de barrancos y acantilados, y el Roque Nublo.

El Spa es otro de sus más interesantes encantos, con la mayoría de sus opciones bajo techo (piscina dinámica, sauna, etc), pero con una pequeña parte de la piscina que sale al aire libre y te permite disfrutar, también, del incomparable entorno que lo rodea.

Las habitaciones tienen en su mayoría vistas a este espectáculo

Pocas obras de arte han acompañado mi vida en todo momento como la que emanó de los pinceles de Néstor Fernández de la Torre. El " Poema del Atlántico" me hizo soñar desde pequeño con los seres que lo pueblan, los grandes peces, las figuras flotantes, los colores cálidos y embrujadores....
En mi visita a Gran Canaria me topé de frente con su obra arquitectónica, y también me cautivó. Aunque del original parador que diseñó junto a su hermano Miguel, poco queda ya, mantiene en muchos detalles su esencia, ese estilo " neocanario" que quiso y pudo reflejar en sus edificaciones, como el maravilloso Pueblo Canario, y los detalles que adornan algunos rincones de establecimiento, como las lámparas del gran salón.

Ya sabemos que los Paradores siempre están en lugares increíbles, pero este, con estas impresionantes vistas de la caldera de Tejeda es simplemente excepcional. Si no quieres alojarte, siempre puedes acercarte a ver las vistas y a comer (una delicia). :)

Habitaciones, cama, desayuno... Pero éste tiene además, unas vistas maravillosas, parece que estás en el avión

A 35 km de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, a una altitud de 1560 metros, se encuentra el Parador de Cruz de Tejeda. Por este punto, central a toda la isla, se cruzan los antiguos caminos reales, hoy en día recorridos por senderistas. El nombre de la localidad procede de una cruz de piedra erigida para orientar los vecinos en el siglo XVII; la cruz actual, ubicada a la entrada del Parador, fue labrada en 1960.

Desde un punto tan panorámico, las vistas son claramente estupendas: acantilados sobre el océano y barrancos que se pueden contemplar desde la terraza del hotel. El mirador en particular ofrece una impresionante imagen del Roque Nublo (1700 metros) y de los roques Bentayga y Fraile. Muchas de las 43 habitaciones gozan de este panorama.