Parador de Mérida

He tenido la suerte de alojarme en este maravilloso parador. Particularmente destaco la cocina que tienen, cenamos en su restaurante y estaba todo muy bueno, qué rico el surtido de ibéricos! Además los camareros muy pendientes de que no nos faltase nada.

La decoración es tradicional, y los cuartos donde nos alojamos eran muy amplios y estaban bien equipados. Además está ubicado en pleno centro de Mérida y dispone de parking, cosa que se agradece bastante. El trato del personal es excelente y merece la pena venir aquí.

Definitivamente, el mejor lugar para disfrutar al máximo de

Vía de la Plata se llama este Parador de Mérida a un paso de la Plaza Mayor. Reposa en una plaza tranquila, coloreada por naranjos y sede también del edificio de Correos.

Nos sentamos en un banco del sur, a pocos minutos que del ayuntamiento nos llegue el sonido de la medianoche y la entrada del Parador ilumina tenuamente su parte de la plaza. Duerme Mérida entre semana. Vamos hacia el Parador.

Decidimos alojarnos en el parador porque era un viaje muy especial. La verdad que cuando vimos la habitación nos sorprendimos un poco porque mantiene la sobriedad del antiguo convento, aún así nos gustó mucho porque se respiraba una total tranquilidad. Desde el parador puedes ir andando a todos sitios, está a pocos minutos de todos los puntos más importantes de la ciudad.

El precio me pareció un poco caro para ser una habitación sin nada especial. Pero como digo, era una ocasión especial y no nos importó mucho el coste final.
La ciudad me encantó y sin duda, volveré

Este Parador fue antiguamente un convento del siglo XVIII, que se instaló sobre las ruinas de un templo dedicado a Augusto. Es un lugar monumental y único, con elementos romanos, mudéjar y visigóticos, desde el cual visitar el centro histórico y artístico de Mérida es muy cómodo.

El hotel cuenta con un gran salón, un patio interior, unos jardines preciosos entre los cuales destaca el "jardín de antigüedades" y una capilla donde se celebran bodas y otros ritos.

El restaurante presenta una cocina muy rica de la cual hay que probar la caldereta extremeña, los higos de Almoharín,