Parador El Potosino

Las carreteras mexicanas poco a poco van mejorando. Recuerdo cuando hacíamos el viaje de la ciudad de México a Monterrey, era más o menos de diez horas sin contar si nos parábamos a comer. Normalmente no lo hacíamos porque mi mamá nos preparaba sándwiches para ahorrar tiempo; pero cuando alguna vez lo hicimos, los locales dejaban mucho que desear. Y no se diga los baños, era verdaderamente un horror. Yo tenía un dicho "eres más feo que un baño de gasolinera" y eso era un insulto muy grande. Pero ahora ya hay varias opciones a lo largo de las carreteras para detenerse, además de cargar gasolina, a comer, al baño y lo más importante: a un lugar donde los conductores puedan descansar y después volver al volante con más seguridad.