Parador de Manzanares

Manzanares es un enclave de comunicación entre este - oeste y norte - sur. Los alrededores naturales que pueden disfrutarse y el propio pueblo lo hacen muy recomendable ya que desde allí pueden realizarse multitud de excursiones, pero este parador tiene el inconveniente de estar en una encrucijada de carreteras, y el ruido de los camiones es omnipresente.

Su conservación, tras una reciente remodelación, es excelente. Una atractiva piscina y un comedor - bufé "El Azafrán" permiten hacer una alto del que el viajero no se arrepentirá.

Ubicado en una finca rústica con un pequeño jardín, es de los más modestos paradores, cuenta con tres estrellas, pero como siempre digo cuando hablo de estos establecimientos de la red, la calidad en el servicio está garantizada.

Estuve en este parador hace tiempo, de camino entre Madrid y Andalucía. No es difícil encontrarlo, pues desde la autovía hay carteles indicativos que te conducen hasta allí. Se trata de un edificio enorme, rodeado de jardines, al más puro estilo manchego donde las enormes tinajas de vino te dan la bienvenida en el propio aparcamiento.

Lo que más me gustó de todo fue la decoración, que está muy lograda, gracias a su mobiliario de madera noble, los apliques de forja o los cuadros donde se representan escenas campestres.

Las habitaciones están insonorizadas y apenas es perceptible es tráfico de la autovía si mantienes las ventanas cerradas, pero yo aconsejaría a quienes vayan por primera vez que pidan habitaciones en la parte del interior. La piscina es enorme, rodeada de césped hasta donde la mirada abarca y tiene una zona de juegos para los más pequeños.

El Parador Nacional De Turismo De Manzanares (Manzanares-Ciudad Real-España) se encuentra sobre una finca de estilo manchego entre 3 de los parques naturales del país: el Parque Natural de Cabañeros, las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel. Los lugares comunes del hotel y las habitaciones poseen muebles de madera, sillas de cuero y lámparas con apliques de forja, que contribuyen a un ambiente muy acogedor. Las especialidades del restaurante son las migas ruleras, las gachas, los galianos manchegos, los duelos y quebrantos, el tiznao de bacalao y la caldereta manchega. Dispone de 50 cómodas

Aunque modesto con sus 3 estrellas, la decoración es estupenda y las instalaciones son correctas y nosotros nos alojamos al exterior y la insonorización es perfecta. Aunque no pudimos utilizar el servicio de comedor, nos consta su calidad, es parada obligatoria para viajeros de nivel.
Todo el personal destaca por su atención y amabilidad.

Manzanares se encuentra entre tres parques: el Parque Natural de Cabañeros, las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel, y el hotel está en una preciosa finca del lugar, típica manchega. Árboles, arbustos, jardines, plantas y una piscina decoran los alrededores del edificio.

Las habitaciones del hotel y las diferentes salas tienen muebles de madera, sillas de cuero y lámparas con apliques de forja, que crean un ambiente agradable y sencillo.

En el salón Rotonda se encuentra el nuevo restaurante Azafrán que oferta un sugerente buffet con cocina a la vista donde degustar migas