Parque Nacional Corcovado

El pasado mes de marzo pudimos visitar durante tres días el Parque Nacional de Corcovado (Costa Rica). El parque se encuentra en la península de Osa, al suroeste del pais. Nosotros teníamos varios días para visitarlo, así que optamos por alojarnos en la Estación Biológica La Sirena, que se encuentra en el corazón del parque. Es lugar en el que los investigadores del parque junto con turistas se alojan para poder visitarlo realizando excursiones circulares.

Existen dos maneras de llegar al centro del parque, caminando durante unas ocho horas desde varios puntos exteriores o en barca desde la población de Bahía Drake. Nosotros optamos por la segunda opción, ya que el calor sofocante que nos encontramos (40 grados con mucha humedad) nos hubiera castigado severamente.

En mi segundo día en el parque de Corcovado, después de un día en la playa acompañada por los monos y pájaros, tuve que cruzar uno de los primeros ríos.

Con mucha corriente, y después de varios días de lluvia, estuvo bastante peligroso, pero me había juntado con alguien más por si pasaba cualquier cosa. Seguimos caminando por la selva unas 4 o 5 horas más, aprovechando el hecho de ser los únicos seres humanos en un lugar tan preservado.

Buscábamos el puma o el jaguar, los reyes del parque, pero sin muchas ganas de encontrarlos de verdad, así solos y sin defensas! Cruzamos otros ríos, con la ayuda de las tablas de mareas, y nos metimos más para dentro, hacia la selva húmeda.

Visitar el Parque Nacional Corcovado es uno de esos lujos que te ofrece vivir en este planeta. Es difícil que hayas pasado por un lugar con semejante biodiversidad y hayas presenciado semejante espectáculo de la naturaleza. Una recomendación, no te pierdas la subida de la marea en la desembocadura del río Sirena, podrás ver cómo los cocodrilos salen al mar y se cruzan con los tiburones que se meten en el río. Sin palabras.

Este recorrido empezó muy de mañana ya tuve que llegar hasta Puerto Jimenez, donde empce a conocer diferentes playas de camino entre ellas el gran Golfo que puedes disfrutar e familia, ya es muy tranquilo las mayoría de su pueblo pasan las tardes en sus alrededores.
Pero nuestro destino era Carate así que continuamos nuestro recorrido, manejando entre hermosas fincas de ganado, playas y grandes montañas que fueron aparecieron empezamos a ver todo tipo de animales que se cruzaban a nuestro paso entre ellos monos cara blanca, los pequeños titi, pavones, mapaches, oso hormiguero entre otros. Después de manejar como 1´30 nos detuvimos y dejamos el carro para continuar caminando por un hermosos sendero entre la montaña, con un poco de nervios empezamos a adentrarnos en la montaña y escuchando todo tipo de sonidos cruzamos por pequeños ríos, en medio de gigantescos árboles, se podía sentir el aire totalmente fresco y a pesar de muchos ruidos la tranquilidad del bosque.