Parque de Ueno

Al norte del centro de Tokyo, en la estación de este mismo nombre, se encuentra el Ueno Koen.

El parque está situado en una pequeña colina, así que para acceder a él desde la zona más baja, tendremos que subir, como es tradicional en todo Japón, un buen número de escaleras. Esta posición elevada, además de animar los gemelos de los turistas por la capital nipona, era una de las causas por la que los shogunes, señores de la guerra medievales japoneses, dominaron la zona por muchos siglos.

El Ueno Koen es un buen escaparate de la vida tokiota y un buen lugar para ver como los Japoneses pasan su tiempo libre. Tiene un poco de todo:

Un lago interno, lleno de nenúfares, con barcas para pasear por él e incluso un templo (Benten do) en una isla en medio del mismo.

Cuando nos hablaban de Ueno siempre parecía que lo único que nos encontraríamos sólo cerezos en flor pero una vez allí nos dimos cuenta que este distrito tiene una expansión enorme con muchísimas cosas que ver.

El parque está rodeado de cerezos, lo que hace que en primavera se llene de cientos de japoneses y turistas queriendo pasar por debajo de sus cerezos y es que le da un ambiente precioso y romántico. Alrededor del parque encontrarás unos cuantos templos de culto como el Toshogu Shrine, el que me pareció más precioso por sus puertas doradas, el Bentendo, curioso por su forma octogonal y el Kiyumizu Kannon, muy popular en Japón para las mujeres que quieren tener hijos por su diosa de la concepción.

Pasear por el Parque Ueno de Tokio es alejarse del bullicio de la ciudad. Allí se puede pasear bajo cerezos, sentarse a tomar un café o visitar alguno de los museos que hay en este recinto que ocupa los terrenos del antiguo templo Kaneiji, uno de los mayores templos de Tokio en el periodo de Edo. Del esplendor de aquellos tiempos quedan algunas muestra como la pagoda de cinco pisos o el santuario Toshogu.

No hay que dejar de mirar al suelo mientras unos busca los lugares más emblemáticos de este parque. Allí, bajo nuestros pies veremos las preciosas tapaderas decoradas con ramas de cerezo de las alcantarillas del parque. También se pueden ver preciosos faroles de colores que marcan los caminos del parque.