La verdad, me pareció una auténtica t...
La verdad, me pareció una auténtica tomadura de pelo este parque etnográfico. Tras haber tenido la suerte de conocer pirámides auténticas de la talla de Tikal, Palenque o Chichén Itza, no hace falta ser experto en arqueología, para ver nada más entrar a Güimar, que éstas no tienen nada que ver y que son únicamente un montaje publicitario con únicos intereses económicos.
Este parque fue montado en 1.991 por Thor Heyerdahl, propietario de los terrenos. Consta de una serie de pirámides escalonadas que supuestamente encontró haciendo excavaciones arqueológicas en la zona, y que él tiene la teoría de que están relacionadas con las de Mesopotamia, Perú o Méjico, teoría de muy dudosa veracidad y que no tiene ningún rigor científico (aunque se ve a simple vista, incluso para un profano en la materia).