sala2500
Desde la
Lo primero que se vé al llegar a Herencia, como no, son los molinos en lo lo alto del cerro, vigilando el pueblo. Lo segundo.., este encantador parque construido para tal función a mitad del siglo pasado. Los locales (mi familia) le siguen llamando "la serna", el nombre original de este paraje allá por el siglo XVI. Hoy día, tal como en el siglo pasado (historias verídicas de mi padre) se utiliza para festear (el arte de conquistar a una chica en un entorno romántico). Tampoco es que haya muchos más sitios para llevar a esa chica y besarla por primera vez. Los álamos, los setos, sus rincones escondidos han dado pié a la gran mayoría de romances en este pueblo manchego.
Estas imágenes de principios de invierno, románticas a más no poder, solo interrumpidas ( como dice Gonzalo de minube) por mi voz "rapeando" de fondo enseñan poco, muy poco de su belleza. Quiso la historia, que también mi primer romance fuera de los límites de mi ciudad, Elche, fuese en este precioso parque, con una chica de la cual ni me acuerdo de su nombre, como decía Cervantes, pero que estará para siempre en mi corazón. Como homenaje a esta madrileña que por aquí pasaba..., le dedico este rincón desde mi humildad.
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