Arcos de arenisca.
Un Parque Nacional con casi dos mil arcos gigantes de arenisca es un espectáculo increíble y sorprendente. Algunos de ellos se han venido abajo desde que se realizó su inventario pero otros se mantienen increíblemente en pie con unas formas tan caprichosas que sólo la Naturaleza puede lograrlas.
Los senderos dentro del Parque Nacional se encuentran limitados y restringidos a ciertas actividades pero vale la pena recorrerlos (y si es acompañados de un guía, mucho mejor) cargados eso sí, con mucha, mucha agua fresca. Veréis cómo cambia el paisaje dependiendo de la luz natural: es impresionante.