Parque Natural Hayedo De Tejera Negra

Aunque la mejor época para visitar un hayedo es el otoño la verdad es que cada estación otorga a los hayedos una apariencia diferente y mágica. Hay dos rutas: una de 6 kilómetros (2 a 3 horas) y otra de 17 (6 a 7 horas). Hacía bastante frío así que opté por la más corta. Lo primero que te encuentras son algunos robles melojos y pinos silvestres. No tardaremos mucho en llegar a las primeras hayas. A primeros de noviembre el suelo está cubierto de hojas. Los troncos plateados de las hayas contrastan con el musgo verde brillante que los recubre. El bosque parece la morada de hadas, gnomos y duendes.

Gracias a alguien del grupo que nos trajo el sentido común, hicimos esta ruta de senderismo para recorrer el Hayedo de Tejera Negra. Es circular y tendrá unos 9 kilómetros en total, con algunos tramos de subida pero que se pueden asumir con pequeñas paradas. El camino se presta a ello porque hay lugares fantásticos por todas partes para el reposo: arroyos, puentecillos y lugares de interés perfectamete señalados.

Es la antigua senda que utilizaban los carboneros de la zona para trasladar el producto que fabricaban en estos parajes. En la ruta puede verse una de estas carboneras: grandes pilas de madera que prendían a fuego lento, desde dentro hacia fuera, durante días para conseguir el (entonces) preciado material.

Conseguimos reserva para el domingo 21 de Octubre... un poco temprano, pero ya a finales de agosto los fines de semana estaban todos completos. Es lo que tienen los parajes naturales que están cerca de una gran ciudad como Madrid. ¡Avisados estáis! Sin embargo, también os digo que éste hayedo es menos famoso que el de Montejo, en la misma Comunidad de Madrid. En realidad, ambos pertenecen al mismo bosque, pero las fronteras que los humanos trazamos los han separado e incluso cambiado el nombre. Por cierto, el de Tejera Negra es más grande :)

Una de las cosas malas de la tiranía de las reservas es que el día se puede plantear malo, como fue nuestro caso: cubierto y lluvioso, además de bastante frío... y no varió (hasta que llegó la hora de irse a casa, cómo no!!), pero aun así decidimos "tirar para alante" y hacernos la ruta de 6-7 km. que se adentra en una parte de este hayedo, el más meridional de Europa. Por cierto, las rutas están bien señalizadas y cuentan con carteles explicativos de la flora y fauna del lugar. El camino es bastante inclinado en la subida al Mirador, pero en general es bastante fácil y cómodo.