¡¡¡Un antiguo y simbólico pasaje de la ciudad!!!
La verdad sea dicha si algún tema generó tanta polémica como los coloridos paraguas del muy conocido y céntrico “Pasaje Pam” de la ciudad, han sido los comentarios en favor y en contra de los mismos como si no hubiese temas más importantes para tratar que éstos distintivos y artísticos paraguas. Si ingresas por Peatonal Córdoba puedes pasar por el taller del Luthier, ver distintas imprentas, locales de indumentaria o subir a la Escuela Superior de Administración Municipal.
Tal fue la polémica que me retrotrajo a una mítica película musical del año 1964 (obviamente la vi por televisión) la que narraba la historia de una pareja separada por la guerra, época en la cual las tiendas de paraguas no existían y si los había eran negros y no tenían nada que ver con éstos los que, como todas las “instalaciones artísticas” suelen durar un tiempo y luego se reemplazan, o no, por otras. Este pasaje que une en su recorrido la Peatonal Córdoba y la calle Santa Fe a la misma altura, perteneció a un curioso personaje de la ciudad en el año 1890, sin dejar, que se sepa, descendencia dado que era soltero y vivió en los altos del pasaje luego de haber cedido la propiedad al Banco de Londres y Río de la Plata a cambio de una renta vitalicia en los años 30.
Posteriormente paso a propiedad de la Compañía de Seguros “La Esmeralda” quien en el año 1957 la dividió en propiedad horizontal y vendió los locales. Su nombre de Pasaje Pan perduró con el tiempo y aún hoy así se lo conoce. El antiguo ascensor aún funciona.
