Cristina E Lozano
Bueno, barato y ¿bonito?
Un plan navideño bueno, bonito y barato suele ser pasear bajo el alumbrado de las fiestas. En el año 2013 en el caso de Santander esta regla se confirma parcialmente: es algo bueno, es algo barato pero no tengo muy claro que sea algo precisamente bonito. Ahora, para juzgar, tienes que probar.
No te pierdas el Ayuntamiento, sin duda el punto más ‘luminoso’ de la capital cántabra. El letrero de ‘Feliz Navidad’ de la fachada y las bombillas que lo acompañan no están mal aunque creo que se han pasado tres pueblos con el resto de la plaza y, muy especialmente, con las ‘ristras de luces’ que han ‘tirado’ sobre los árboles. ¿Lo mejor? Que no está el muñeco de nieve gigante que echa humo y da miedo.
Me gusta, una año más, la sencilla decoración amarilla de la Plaza Porticada y tiene un pase la de algunas calles como, por ejemplo Rualasal. En líneas generales me ha resultado un poco decepcionante. En fin, a ver si otro año se esfuerzan más.
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