Una calle inolvidable
A la orilla del viejo San Juan y bordeando las murallas de la ciudad, hasta llegar al fuerte de San Felipe del Morro, se extiende esta calle peatonal. El Paseo de la Princesa es una de esas experiencias inolvidables que uno puede tener de un lugar tan mágico como lo es el Viejo San Juan. Recorrer la larga calle llena de árboles a cada orilla, con sus farolas alumbrando la tarde y su inmensa fuente el final del camino, sus pequeñas plazoletas con jardines y hasta llegar a la puerta de San Juan, todo es una maravilla, qué no se puede hacer en este lugar. Desde caminar, disfrutar, tomar fotografías y volver a disfrutar, este sitio también cuenta con rincones para comer en puestos informales o también cafés, como el Café Princesa, donde uno puede sentarse a observar el paisaje urbano que son las calles coloniales de san Juan.