20 minutos para admirar el paisaje
La hoz del Júcar es una de las dos hoces que moldean el casco histórico de Cuenca. El río Júcar es sin duda mucho más grande y caudaloso que el Húecar (la otra hoz), y quizás ofrece un paisaje más amplio en lo que al río y sus riberas respecta.
De hecho, es altamente recomendable realizar el paseo que va desde el lugar (y restaurante) conocido como Recreo Peral (se accede a él por la Bajada de la Virgen de las Angustias) hasta el mismísimo Puente de San Antón, que ejerce de puerta de entrada importante a la ciudad de Cuenca. Es un paseo que se realiza en unos 15-20 minutos, y tiene la ventaja de que existe un carril-bici y una amplia acera por la que caminar tranquilamente admirando el paisaje. Significa que este paseo es en parte la calle José Marino que parte desde el Puente de San Antón.
Durante el recorrido que parte desde el Recreo Peral, el río discurre entre frondosos árboles por terreno bastante sombrío, pero se obtienen unas panorámicas espectaculares tanto del río, como de las casas de Cuenca suspendidas sobre la hoz, en especial sobre la Torre de Mangana ya desde el puente de San Antón. En otoño el colorido que coge la ribera del río Júcar es espectacular, por lo que se trata de una época muy apropiada para realizar este paseo.
Por cierto, un poco antes de llegar al Puente de San Antón, ya en la zona donde empiezan las casas, contemplaremos el punto exacto donde el tímido río Huécar entrega sus aguas al todopoderoso río Júcar. Este último, tras el puente, realiza un pequeño salto de agua que le da cierto aspecto de fiereza que durante el paseo no muestra en ningún momento, ya que el río va descendiendo suave y lentamente por la sombría hoz.


