Bautismo Aéreo
El otro día me bauticé. No fue un bautizo religioso, sino aéreo. Naturalmente había volado en avión en otras ocasiones, pero nunca en avioneta, y fue una experiencia fantástica.
Nos dirigimos al aeródromo de Muchamiel (Mutxamel), a escasos kilómetros de El Campello, donde nos estaba esperando Julián con su avioneta "El Tiburón". Es una avioneta pequeña (el interior parecía un coche), con 4 asientos (3 pasajeros más el piloto). Tras una completa inspección de la nave, pidió permiso a la torre para despegar y... ¡a volar!
Sobrevolamos El Campello desde una altura de unos 300 a 600 metros durante unos 20 minutos (se me hizo cortísimo!).