Amberes

Ciudad comercial y variopinta, queda un tanto rezagada en cualquier viaje a Bélgica ya que normalmente se eligen otras ciudades antes que a ella.

Amberes huele a Rubens, sabe a Escalda, ciudad de bellos contrastes y que resume la esencia de Flandes. Escuela flamenca, casas gremiales, plazas del mercado bellísimas, canales, barroco, y un largo etc., de características flamencas que en Amberes se suman a la tipología propia de una ciudad que se ha convertido en el centro del diamante mundial, en el centro de las galerías de arte del país, en el centro de la gastronomía con infinidad de restaurantes diversos y primer lugar del continente donde se construyó un rascacielos...

Llegamos de noche, esto te impide entrar en museos, iglesias, palacios etc. Pero no nos importó ya que la ciudad de Amberes brilla especialmente por la noche, sin casi un alma por las calles pudimos pasear de plaza en plaza recorriendo sus calles muy muy iluminadas destacando sus fachadas imponente y sus fuentes llenas de luz.

Amberes está situado a poco mas de 1h en tren de la ciudad de Bruselas. Curiosamente cuando uno baja del tren lo primero que ve ya dentro de la estación son las numerosas joyerías y tiendas de diamantes. Pero Amberes no es solo esto... pasear por sus calles es una delicia mientras degustamos su típico chocolate Belga.