ANADEL
Tiene un emplazamiento inmejorable
En los soportales que hay junto a la catedral, y más de cien años de existencia.
Es una de las confiterías más antiguas de Aragón, cuatro generaciones que conocen y esconden recetas familiares, y se atreven con nuevas especialidades.
Merece la pena entrar para ver esas vitrinas y la delicadeza de lo que venden.
+3