Maruxaina Ysumochila
Para descansar, volvería
Fue el lugar que escogimos para nuestra estancia en Cesky Krumlov. No lo dudamos al leer que se trataba de una pensión del siglo XIV. Está muy centrica, justo al cruzar el puente en una pequeña callecita lateral con bonitas tiendas y el café Van Gogh.
Nos recibió Mr.Lee, un joven súper simpático y profesional que lleva ya varios años regentando este alojamiento en uno de los pueblos más turísticos de la República Checa. Nuestra habitación en el primer piso tenía dos enormes ventanas desde la que poder ver el precioso castillo y una cama enorme vigilada por las fotos en blanco y negro de un matrimonio. Llaman la atención los muebles y la decoración antigua ya por lo visto fue residencia de los aristócratas de la ciudad.
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