Visité Mykonos dentro de la ruta de un ...
Visité Mykonos dentro de la ruta de un crucero por el mar Mediterráneo, y desde el arribo, todo fue un gran espectáculo al mirar a lo lejos las pequeñas casa pintadas de color blanco, enclavadas en las rocas y enmarcadas en un cielo azul y un mar todavía más azul.
Para llegar a tierra te levan en unas lanchas con capacidad para 20 o 25 personas y ahí nos recibió una mujer mayor que hablaba muy bien el español y que resultó sumamente simpática.
Caminamos por el casco de la isla, por sus calles empedradas con paredes blancas, repletas de cafés y tiendas de recuerdos.
Posteriormente subimos a un autobús que nos condujo a la parte más alta de la isla, desde donde se logra una vista espectacular.
Sus diferentes playas y embarcaderos, sus zonas residenciales, la armonía de sus contracciones hacen de esta pequeña isla un lugar muy hermoso.
También nos llevaron a conocer un antiguo monasterio Ortodoxo que está atendido directamente por los sacerdotes. Es un lugar pequeño pero con una gran riqueza por su antigüedad.
Posteriormente nos llevaron a una playa lejana al muelle, que tiene un restaurante-bar sumamente agradable desde donde pudimos disfrutar de una vista panorámica inigualable, con un mar transparente, más el viento que sopla para refrescarte y contrarrestar así el cálido sol.
Tomamos algunas fotografías, disfrutamos de una excelente comida y bebida, y finalmente regresamos al centro para realizar algunas compras, pues la isla ofrece una importante oferta en artículos de todo tipo para los turistas.
Antes de caer la tarde; recorrimos la zona de la pequeña Venecia, aprovechamos de tomar algunas fotografías antes de regresar de nuevo al crucero.
Este fue un día maravilloso...Tan maravilloso como esa pequeña isla griega.