Paula García de nicolas
Cualquier hora, es hora punta.
Da igual a que hora cruces por el puente de Galata, a las 9 de la mañana que a las 8 de la tarde, siempre va a haber pescadores que, desde la parte de arriba y algunos con mas suerte que otros, estén pruebando suerte a pescar todo aquello que pique.
Los hay que van con la indumentaria del trabajo, recién salidos con el traje, bien peinados y la caña de pescar. Otros mas informales, gente con sillas para estar cómodos... incluso los hay que han visto negocio y venden todo aquello que pueda servir para pescar.
Horas y horas, hay quienes hasta duermen tranquilamente escuchando el ruido que hacen los barcos que diariamente cruzan por debajo de este puente para llegar a la aprte asiática.
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