Andrew Ramírez
Un rinconcito francés en Panamá
Este lugar lo había visto en la zona de Marbella caminando de casualidad y vi muchos extranjeros comiendo allí, lo miré pero seguí de largo la primera vez.
Las vueltas de la vida me vino a presentar a Muriel, su creadora y allí me quedó la curiosidad de pasar a conocerlo.
El lugar es un bonito espacio con muchas opciones de pastelería y un menú cambiante que vale la pena conocer. Las entradas son deliciosas, la verdad no había comido escargots de una forma tan generosa (y admito que me encanta la abundancia en un plato), además del mejor tartar de res que he comido en mi vida. El lomito en café es delicioso y aunque la opción no es francesa, me fui por un risotto de hongos que estaba excelente.
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