Una plaza para ver
Un buen punto para situarte y no perderte en Oradea. Por aquí pasa además el tranvía que conduce a la estación, hay que comprar los billetes en los quioscos de prensa, y cruzando el puente se accede al centro de la ciudad. En esta plaza podemos visitar el edificio del Palacio del Águila Negra (Palatul Vulturul Negru) convertido ahora en centro comercial, con restaurantes y tiendas. Fue construido a principios del siglo XX por arquitectos húngaros quiénes para nada sospechaban que terminase albergando un hotel e incluso un cine.
Justo enfrente destaca el bonito edificio del ayuntamiento, sobre todo, por la altísima torre de cincuenta metros. El río Crisul separa en dos partes Oradea, pero también en este lado es recomendable acercarse a la Biserica cu Luna, así llamada por el reloj que marca las fases de la luna. Es uno de los lugares más visitados de la ciudad ya que su mecanismo funciona desde que se instaló a finales del siglo XVIII.