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Mucho más que la plaza del pueblo
El pueblo de Fources está declarado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Y este título no es de casualidad porque bien lo merece gracias a su perfecto estado de conservación.
Pero si hay un símbolo con el que los viajeros y turistas que llegan hasta aquí, identifican a Fources es precisamente por su plaza circular. Un plaza que cuenta con un espacio verde en el centro y que además posee una gran cantidad de casas con portales en su planta baja y primeras plantas construidas de madera.
Sin duda este es uno de los rincones más imprescindibles de todo Gers y el sur de
Francia.
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