Place des Tanneurs - Plaza de los teñidores

Si de por si se nos haría bastante engorroso encontrar algo o a alguien en un zoko marroquí, aún mas nos puede costar hallarlo en esta especie de piletones donde los marroquíes tiñen sus cueros. Acompañado por dos muchachos del lugar, logré llegar hasta los piletones mismos, donde, según ellos no logra llegar cualquier extranjero, sino pagando. Adjunto unos videos para que vean de que les hablo.

El lugar es mal oliente, la gente no tiene cara de pretender hacer amigos, lamentablemente quienes trabajan en estos sitios ven como su salud se debilita atento a los químicos utilizados en el proceso de pintura.

La “Place des Tanneurs” de Fes está en el centro de la medina vieja, Fes el Baali, y si la llegas alcanzar solo, sin perderte y de primer golpe, te felicito! Para llegar, si no la logras encontrar, pregunta a cualquier peatón, que generalmente te acompañará hasta tu destino, a cambio de unos dírhams.

También puedes probar llegar siguiendo el olor fuerte de cuero marinado que se hace más y más presente al ir acercándote. Unas tiendas cercanas cobran la entrada a su balcón o terraza, pero vale el euro o dos que te piden, ya que tendrás una vista de primera hasta la fosa de teñido.

La gente que trabaja allí trata la piel, la pone a secar al sol, y luego la tiñe usando materiales naturales, cochinillas o azafrán para el color amarillo, lo que explica que los precios de estos artículos sean bastante altos.

Hay que estar preparado previamente para realizar la visita a este enclave de la Medina. El olor que desprende la actividad de curtiduría de pieles, tanto en esta como en cualquier otra ciudad, es nauseabundo para las personas no iniciadas en este tipo de visitas. Por ello, antes de salir a alguna de las terrazas desde las que se divisa el recinto, te ofrecen hierbabuena para que su olor disimule el que desprente esta actividad. El trabajo que realizan los curtidores y tintoreros es extremadamente penoso, incluso para ellos que ya están acostumbrados. Bajo un sol abrasador en verano y con un implacable

Ya lo dije cuando escribí sobre su medina: Las curtiembres de Fez revuelven el corazón. A pesar de eso las busco, me pierdo en el laberinto de callejuelas y pasajes y milagrosamente las encuentro. Aunque seas un viajero experimentado, se te notará en la cara que estás impresionado. Es que ni bien traspasas la entrada sientes que te has transportado en el tiempo y que estás en pleno Medioevo.
Las curtiembres de Fez no han cambiado nada desde esa época: El suelo arcilloso, machacado por los siglos, está horadado en innumerables y diminutas piletas que contienen agua con tinturas. A veces tienen un color rojo intenso, otras azul cielo, otras amarillo oro. Las piletas no tienen techo, o sea que los hombres que trabajan con medio cuerpo sumergido en el agua coloreada también trabajan bajo el sol despiadado.