Javier Alcazar
Entre Tulum y Playa del Carmen...
Entre Tulum y Playa del Carmen encontramos el pueblo de Akumal. En su playa, podemos encontrar el Hotel Akumal Caribe, compuesto por bungaloes que da acceso a la playa de Akumal, tema que nos centra realmente en este post. Lo que hace realmente especial esta playa es la casi total garantía de ver tortugas en sus aguas, solo necesitas un tubo y una mascara de buceo para poder contemplar estos pacíficos animales que pasean tranquilamente por las aguas de estas playas, pastando algas y subiendo a la superficie para respirar.
Pero ojo en esta playa hay reglas, reglas que permiten que estos animales sigan viviendo en contacto con el hombre.
Los pastizales se encuentran más o menos a una profundidad de 2 metros, con lo que no es necesario sumergirse para observarlas. Y si por casualidad se te ocurre bajar acto seguido un señor en kayak se te acerca para comentarte que no estreses a los animales, y con mucha razón, cuanto tiempo creéis que es seguirían allí las tortugas si tan solo 1 de cada 10 bañistas se sumergiese para sobar a las tortugas…
Otra cosa que se debe tener en cuenta cuando se va en busca de las tortugas es la paciencia, pues al principio, cuesta distinguirlas en el agua. Recuerdo que la primera vez que estuve allí, incrédulo de poder verlas con tanta facilidad, y cansado de estar un buen rato nadando por aguas con poca vida, pues ahí no hay arrecife, me disponía a tirar la toalla cuando una gran sombra paso unos 10 metros de mi, me dispuse a seguirla y ahí estaba majestuosa en su nado, tranquila. No se si pasaron pocos o muchos minutos después del primer avistamiento, por que fue un no parar detrás de una al poco rato salía otra, luego en parejas, iban y venían, reposaban en el fondo, y desaparecían en el azul…
La otra gran maravilla de esta playa es un pequeño paseo donde están construidas unas casitas fantásticas con sus jardines verdes e inmaculados que mas tarde descubrí que eran casas de alquiler, “si algún día no me encontráis ya sabéis donde puede que esté”. Este paseo tiene un murete adorando con cañones recuperados del mar, y forrados literalmente con fragmentos de coral y esponjas.
Otra cosa que se debe tener en cuenta cuando se va en busca de las tortugas es la paciencia, pues al principio, cuesta distinguirlas en el agua. Recuerdo que la primera vez que estuve allí, incrédulo de poder verlas con tanta facilidad, y cansado de estar un buen rato nadando por aguas con poca vida, pues ahí no hay arrecife, me disponía a tirar la toalla cuando una gran sombra paso unos 10 metros de mi, me dispuse a seguirla y ahí estaba majestuosa en su nado, tranquila. No se si pasaron pocos o muchos minutos después del primer avistamiento, por que fue un no parar detrás de una al poco rato salía otra, luego en parejas, iban y venían, reposaban en el fondo, y desaparecían en el azul…
La otra gran maravilla de esta playa es un pequeño paseo donde están construidas unas casitas fantásticas con sus jardines verdes e inmaculados que mas tarde descubrí que eran casas de alquiler, “si algún día no me encontráis ya sabéis donde puede que esté”. Este paseo tiene un murete adorando con cañones recuperados del mar, y forrados literalmente con fragmentos de coral y esponjas.
Leer más
+3
