Una playa de cuento, perfecta para madres.
La muralla es una playa tranquila. Está un poco retirada del centro de El Puerto y, a menos que vivas justo al lado, tendrás que llegar en coche. Por suerte tiene bastantes aparcamientos aunque según donde dejes el coche, el acceso puede ser un poco incómodo -por Puerto Sherry: fácil; por el paseo de Santa Catalina: más complicado.
En verano cuenta con duchas, botiquín y vigilancia, pero todos estos servicios desaparecen en invierno.
La playa parece de cuento porque está enmarcada entre una antigua muralla a medio derruír (de ahí el nombre) y el pueblo marinero de Puerto Sherry, que no es un pueblo ni acoge a marineros, es sólo una urbanización muy bonita pintada en tonos pastel. Aunque al igual que la muralla, también está a medias.