Escondida en la costa de Galizano, se encuentra esta playa de difícil acceso y sólo conocida por los lugareños. El acceso es a través de un mini-acantilado y puede conllevar cierto riesgo. Pero merece la pena.
Aunque la playa no es de arena, como las de la zona, merece la pena acercarse por la tranquilidad y el visitar una zona diferente.
Incluso se puede disfrutar de la compañía de una familia de Vacas Tudancas.
Mi experiencia es llevar vividos 20 años aquí y seguir sintiendo que es un lugar especial, la sintonia perfecta entre el mar y la montaña, la foto esta tomada desde el monte cerredo en pleno verano, mucha gente pasa aquí los calurosos domingos y debido a tanta afluencia de gente se pierde un poco el encanto pero el lunes es otro día y la cosa cambia, espero que os guste.
Imagina que estás haciendo un Madrid-Cantabria en coche y al llegar casi a tu destino paras en la primera salida que te encuentras. Y al bajarte del coche te topas con esta maravilla de atardecer.
El chiringuito más cercano estaba a reventar, claro.
Un poco escondida, te la encuentras dando un paseo por la costa. Esta al lado de la impresionante playa de Langre.
Bonita cala de arena fina enclavada entre acantilados, justo antes de la enorme playa de Langre
Junto a la Ría de Oriñón, cerca del pueblo de Islares.
Hemos tenido la suerte de tener un día estupendo y poder disfrutar de ella.
Inexistente con marea alta, pero espectacular con marea baja.
