Altea es un pueblo de Alicante con...
Altea es un pueblo de Alicante con mucho encanto con mar y montaña, y sobre todo lo mejor es su casco antiguo con su plaza.
Para subir a la plaza de altea lo más fácil es subir por la cuesta de las narices (os podéis imaginar porque se llama así, si queréis subir andando desde el paseo marítimo de Altea preparaos porque es una subida fuerte de unos 25 minutos andando, en coche son 5 minutos; recomendación si vas en coche: lo mejor es aparcar en el parking gratuito del Palau), pero la subida merece la pena.
A la plaza se puede acceder desde diferentes calles, todas llevan a la plaza. La podréis ver desde lejos por su iglesia que es el eje central. El encanto empieza en las propias calles peatonales y empedradas, con una selección de tiendas de moda, joyerías, galerías de arte, con las balconadas (son exposiciones colectivas de los estudiantes de bellas artes de Altea, la cual tiene mucho prestigio).
Una vez en la plaza puedes disfrutar de los puestos artesanales, artistas, varios miradores donde se puede ver todo el pueblo de Altea: su paseo marítimo, el puerto, la playa de Albirr y de la Olla, y sobre todo disfrutar de un buen atardecer, que convierte al mar de Altea en un mar de plata, precioso.
Una vez vista la plaza lo ideal es bajar por alguna de sus calles hacia el otro lado de la iglesia, y recorrer sus calles y por último terminar cenando en alguno de sus buenos restaurantes. Y si quieres terminar bien el día puedes tomarte una copa en alguno de sus bares de la plaza.
La plaza en verano siempre tiene mucho ambiente, aunque recomiendo ir en el mes de Junio porque está menos saturado.
Es uno de mis rincones preferidos de la Costa de Alicante.


