A nadie se le escapa que La Plaza de la...
A nadie se le escapa que La Plaza de la Paz es el centro neurálgico de la noble villa de Haro, una de las grandes capitales del vino. Es una plaza de planta cuadrada algo irregular que reúne a diario a multitud de personas, en especial durante la época estival, cuando los múltiples bares y restaurantes de la plaza sacan sus terrazas para deleite del personal. Os aseguro que tomarse un buen vino o un buen trago sentado tranquilamente en una terraza de esta plaza no tiene precio...Y tampoco lo tiene el "ambientillo" y la "vidilla" que se respira en cada rincón de la plaza.
En ella se asienta el ayuntamiento de la villa y un quiosco de la música al que se le suele dar bastante utilidad. Adicionalmente, cabe destacar que la mitad de la plaza, desde el Ayuntamiento hasta el comienzo de la Calle Virgen de la Vega, está jalonada con soportales. Sobre estos soportales, es curiosa la singularidad de las fachadas de los edificios: Diferentes colores, alturas, balconadas que se entremezclan con antiguos ventanales, escudos, estilos de arquitectura muy diferentes..., una combinación realmente curiosa que hace que el viajero perciba este rincón con un encanto especial. Otra anécdota o estampa curiosa y típica de la plaza la protagonizan las cigüenas, que siempre anidan sobre uno de los edificios más amplios de la plaza, que a su vez alberga un conocido restaurante de la villa jarrera.
