Una plaza llena de encanto
En una visita que realicé al Museo del Prado tuve la ocasión de poder descubrir este maravilloso rincón que tiene una gran historia a sus espaldas. Aquí era donde estaba situado un taller de platerías que tenía el mismo nombre que posee en la actualidad esta plaza y que realizó numerosos encargos para la realeza durante el siglo XVIII.
Es un plaza que tiene un diseño en cuña y que está entera asfaltada. En la parte de arriba (la más estrecha) cuenta con una fuente que a pesar de que no pega mucho en ese lugar resulta muy refrescante entre tanto asfalto y nos podemos sentar en ella. Fue construida en honor a platería Martínez a finales del siglo XX. En la parte de abajo cuenta con numerosas terrazas, que si bien son algo caras, el lugar lo merece ya que tienen unas vistas preciosas al Paseo del Prado.