Plaza de la Puerta Cerrada

La plaza de la Puerta Cerrada es una de mis favoritas de Madrid. Se encuentra en el barrio de La Latina, muy cerca de la Plaza Mayor y de las calles Segovia o Toledo.

Me encanta esta plaza por sus terrazas, por sus coloridos murales y sus peculiares casas. Además es una plaza con mucha historia: se construyó en la primera mitad del siglo XII y en ella había una de las puertas que daban acceso a la ciudad amurallada que se encontraba en esta parte de Madrid, de ahí su nombre. Además, el adjetivo de “cerrada” también tiene un significado histórico: la puerta situada en esta zona estuvo durante años cerrada para evitar los robos de los malhechores que se situaban alrededor.

La Diosa Cibeles es muy amiga mía “vive” encima de un carro llevado por leones en la Glorieta de su nombre, donde en la actualidad se sitúan aparte del Banco de España la llamada Casa de Correos, donde se ubican las oficinas actuales del Ayuntamiento de Madrid.

Un día hablando con ella de la historia del llamado Madrid de los Austrias me confidenció que cuando era moza hace más de 1.000 años se enamoró de un “mozo madrileño” de largas patillas y profundos ojos negros. Ellos “pelaban la pava” o sea se cortejaban en la zona donde en la actualidad se encuentra la llamada PUERTA CERRADA centro y creación del viejo Madrid allá por 1200 cuando el rey Alfonso VIII le dio su primer Fuero.