Plaza de Santa Catherine

Una de las áreas con mayor animación nocturna de Bruselas es la zona de restaurantes de Sainte Catherine, un bulevar o paseo situado dónde anteriormente habían unos muelles del puerto primitivo de la ciudad. De hecho, solo algunos vendedores de pescado, los restaurantes y unos pequeños torrentes de agua artificiales son los únicos testigos del pasado de esta plaza.

Los restaurantes ofrecen básicamente platos de pescado, y en muchos de ellos su especialidad es uno de los platos más típicos de la cocina belga, los mejillones con patatas fritas.

No es una zona muy concurrida y el ambiente es muy relajado, siendo hasta cierto punto un poco exclusivo, ya que se trata de restaurantes bastante caros y con un tipo de público por encima de la cuarentena.

La Place Sainte-Catherine en Bruselas, se llena de luces y productos navideños, durante las fiestas de diciembre, es ya un sitio habitual que visitan los belgas.

También es tradicional subir a la Grande Roue o la noria navideña de Bruselas, desde ahí puedes ver gran parte de la capital, y todos los colores de la plaza.

Es una actividad apta para todo público, desde enamorados hasta familias con niños, una experiencia que vale la pena si ya estás de paseo y quieres tener otra perspectiva del paisaje, los tickets van de 5 a 8.

La próxima navidad que estés de visita en la

Junto a la bonita Iglesia de Santa Catherine tenemos esta plaza-paseo que nos permite relajarnos al recorrerla. Al final hay un hermoso estanque donde la gente se sienta a descansar. A lo largo del paseo nos encontramos con restaurantes y terrazas donde poder tomar algo.

En esta plaza se encuentra la iglesia de Santa Catarina, que, por desgracia, está en muy malas condiciones, casi sin restaurar.
Esta iglesia mezcla la arquitectura románica, gótica y renacentista. En la parte izquierda de la plaza hay una gran fuente, y también muchos restaurantes especializados en el pescado. En invierno, este lugar alberga un gran mercado de Navidad.
Fue la canción de Jacques Brel: "Bruselas", lo que me llevó a la Plaza Sainte-Catherine. Este lugar, especialmente los fines de semana, mantiene todo su encanto y autenticidad. Lo mejor es tomar el aperitivo el domingo por

Cosmopolitan Place....

Mucho frío, pero merece la pena, las luces, los puestos y el ambiente.