Te deja boquiabierto
Más allá de que estés a favor o en contra de las corridas de toros, es innegable que asistir a Las Ventas es una experiencia inolvidable.
La estupenda plaza fue comenzada a construir en 1922 e inaugurada en 1931 en el extrarradio de Madrid, rodeada por míseras casas. Hoy su entorno ha cambiado enormemente, y un trayecto de pocos minutos en metro la une al centro de la capital.
La gran fiesta de Las Ventas es San Isidro, el día 15 de mayo. Unos días antes y después Las Ventas se engalana para recibir a los mejores toreros y animales. La fiesta –sobre todo si, como yo, no eres español- te deja boquiabierto. Las tribunas abarrotadas, los hombres fumando puros, observando y opinando en una jerga taurina imposible de entender, el torero con su traje de luces haciendo maravillosos pases, el toro arremetiendo con furia, la aprobación de la gente agitando pañuelos blancos.