El Viajero
Es el corazón del centro histórico de M...
Es el corazón del centro histórico de Marchena y durante siglos el espacio que congregó su vida social. En 1309 Fernando IV concedió a Fernando Ponce de León el señorío de Marchena, al ser biznieto de Alfonso IX y estar casada con la hija de Guzmán el Bueno. En 1388 su descendiente Pedro Ponce de León fue nombrado I Conde de Arcos, título que ascendió al rango de Ducado en 1493 por concesión de los Reyes Católicos en la persona de Rodrigo Ponce de León
Así la Villa de Marchena se convirtió en la capital del ducado de Arcos, ducado que comprendía gran parte de las provincias de Cádiz y Sevilla. En Andalucía existía otra gran casa nobiliaria, la de Medina-Sidonia, con la que finalmente emparentaron y se unieron.
Para llegar a la Plaza Ducal, centro administrativo de los estados ducales, conviene circunvalar Marchena. Si entras en la Villa por la autovía de Sevilla atraviesa la travesía de San Ignacio doblando a la izquierda a la altura de la gasolinera que se halla en la salida del pueblo camino de Córdoba. Sigue siempre de frente y cuando te apercibas de que estás bajando una pequeña pendiente mira hacia tu izquierda, pues estarás junto a la plaza. No obstante, yo me pasé de largo, entré por la calle Amargura donde aparqué el coche, pero antes tuve que dar la vuelta porque no existen indicaciones de tan importante lugar histórico.
La plaza ducal no sigue la tipología de plaza mayor castellana. No existen soportales sino edificios de cuatro plantas con abundantes vanos de iluminación. Es cuadrangular y salvo unos arbolitos carece de monumentos centralizadores de la misma. Se nota que en este coso se celebraban eventos festivos de todo tipo para el solaz de los señores.
A la plaza se puede acceder por cinco entradas, enmarcadas por arcos de medio punto. El edificio principal es hoy utilizado para el cobro de tasas municipales. Tiene la clásica portada barroca dividida en dos cuerpos, el inferior entre columnas y el superior con balcón corrido.
Los balcones son una constante en toda la plaza, así como la estructura de las casas, auténticas "casas de vecinos" donde antaño se apiñaba la corte y hoy viven modestas familias alrededor del patio común. En el conjunto se pueden apreciar algunas viviendas con aires moriscos en sus galerías superiores.
Como casi todo en Marchena esta plaza ducal sorprende, está tan escondida que se diría que ni existe. En cualquier otro sitio se encontraría ajardinada o reluciente como muestra de su glorioso pasado, aquí parece una plaza corriente de un barrio de la periferia. Y sin embargo aquí residieron los nobles más importantes de Andalucía en el medievo. Con razón el lema de Marchena es el de bella desconocida, pues no aparenta su pasado, al que esconde bajo la fachada de un pueblo agrícola de la campiña sevillana.
![](https://images.mnstatic.com/16/d9/16d940b0a3523ebf460e2bef2ed3c4f5.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/b4/7d/b47d9d721f8ea005376dd395eff9656e.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
![](https://images.mnstatic.com/02/45/0245dbae8473aff4bb1aa335f1429861.jpg?quality=75&format=png&fit=crop&width=65&height=65&aspect_ratio=65%3A65)
+7