La segunda noche del treking por Nam...
La segunda noche del treking por Nam Tha llegamos al pueblo más importante de la tribu de los Akha. Se encuentra mucho más cerca de las ciudades, concretamente a unos 30 kilómetros de Viengpukha y, por eso, está mucho más civilizado y desarrollado.
Este poblado sí que tiene una carretera de tierra que llega hasta un pequeño río y al pasar ese río encontramos ya la carretera de asfalto que nos lleva hasta Viengpukha, así que, aunque con complicaciones, es posible llegar hasta el poblado en vehículo.
En este poblado también una una escuela enorme que ha sido levantada con la ayuda de las ONGs, pero a diferencia del resto de los poblados de Nam Tha, aquí también hay otros servicios comunes, por ejemplo, han creado un campo de fútbol cerca del cole y se han instalado duchas comunitarias en varias zonas del pueblo. Además, hay varias fuentes, así que no hay que caminar kilómetros para poder obtener agua.
Cuando llegamos a este poblado, nos recibió amablemente el jefe de la tribu. Es un hombre joven encantador que se desvive para que todos los turistas se sientan cómodos. Nos acogió en su propia casa y cenamos con su familia. Durante el último año ha estado aprendiendo algo de inglés para poder comunicarse con los viajeros que llegan y hace todos los esfuerzos del mundo para poder entenderse.
La comida en estas tribus es similar a la del resto de Laos y consiste en arroz a todas horas y cientos de verduras diferentes que las comen hervidas. Normalmente, ponen carne cuando celerbran algo y en la cena con el jefe tuvimos la oportunidad de probarla. Se trata de carne asada pero bastante dura que tiene mucho sabor. Los Akha aprovechan todo lo de los animales, incluso la sangre de las vacas, con la que hacen una mezcla algo similar a la morcilla pero muchísimo más fuerte.
En cuanto a la bebida, los Akha están siempre bebiendo un alcohol hecho con arroz que tiene muchísimos grados. Habitualmente toman una botella entre todos los comensales y van bebíendola en chupitos. Cuando te ofrecen esta bebida tienes que tomarla aunque no te guste, ya que si no se sienten ofendidos, así que el problema es que puedes acabar algo perjudicado después de cenar.
Los alrededores de este pueblo están repletos de arrozales así que hay unos paisajes preciosos que se vuelven más bellos todavía con las luces de los atardeceres.
Cuando estás en estos poblados, parece que el mundo se ha parado y que estás solo en otro planeta. Te olvidas de todas las preocupaciones del día a día y tienes una calma increíble que no se puede explicar con palabras.
Por cierto, el niño que sale en las fotografías es el hijo del jefe de la tribu y por eso lleva un medallón colgado al cuello.
