La punta del Grouin

Muy cerca de la bahía de Mont Saint Michel, se encuentra este peñón rocoso. Un observatorio perfecto para ver la costa bretona, su fauna y flora. Para llegar aquí es necesario hacer una caminata, que se hace en sendas llenas de árboles, flores, rocas y el sonido de pájaros a nuestro alrededor. Es un destino para los más arriesgados. Abstenerse sedentarios. Desde la parte más saliente del cabo se podrá ver todo el mar y toda la costa en su máxima plenitud. Un regalo para nuestros ojos, que día a día gana mayor número de adeptos, por sus impresionantes acantilados y vegetación exuberante. Desde la punta se puede observar el perfil de la Abadía Mont St.-Michel.