Arantxa Jiménez
Una inexperada sorpresa...
La encontramos casi por sorpresa. Veniamos desde el barrio del Trastevere pasando por la Isola Tiberina y al callejear encontramos esta maravilla. Lo mejor de todo: puedes entrar sin problema y pasear por las ruinas, es gratuito.
La construyó el emperador Augusto para su hermana Octavia y ésta incluyó una biblioteca que dedicó a su hijo Marcelo.
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