Posada Alquimia Paria
Francisco González llegó hace más de quince años a Paria, se enamoró de tanto paisaje, de tanta gente bonita y terminó quedándose. Trabajó durante muchos años al frente de una posada llamada Shalimar, pero poco a poco fue construyendo su propio sueño al que llamó Alquimia Paria. Junto a su esposa compró uno de esos viejos importantes caserones del pueblo que había pertenecido a un importante médico. Allí en el número 46 de la Calle Rivero comenzaron a hacer remodelaciones y restauraciones que dieron como resultado lo que creo es la posada más bonita del pueblo. Alquimia Paria cuenta con cuatro habitaciones en su primera etapa, cada una con una decoración diferente. Todas están llenas de elementos que las distinguen, elementos decorativos que evocan un pasado pero que te mantienen en el presente. El salón principal es una belleza, amplio, con unos muebles hermosos y comodísimos, con obras de arte de varios artistas, entre ellos de la esposa de Francisco. La posada Alquimia Paria sigue las reglas del feng shui y por eso ningún baño está dentro de las habitaciones. cada una tiene su propio cuarto de aseo, pero todos están dispuestos al final del pasillo principal de la casa, monísimos, hasta con batas de baño para consentir. En esta posada se pueden disfrutar de deliciosos desayunos y la muy grata compañía de sus anfitriones. Ellos también se encargan de orientar al turista sobre las rutas a conocer dentro y fuera del pueblo.