Diversión vienesa
Este inmenso parque, del que recorrimos tan sólo una parte ya que la mayoría de las atracciones estaban cerradas por la nieve y el frío, comprende jardines, bosques el parque de atracciones Wurstelprater y uno de los símbolos de la ciudad: la Riesenrad, la gigantesca noria que se construyó en 1897 y tiene una altura de 65 metros. Una vuelta en esta mole de 430 toneladas dura 20 minutos y ofrece unas vistas fabulosas de la ciudad de Viena.
Antes de subir es obligatorio pasar por una pequeña pero preciosa exposición sobre la historia de la noria, presentada en dioramas instalados en reproducciones de los vagones.