Este puente parece salido de cuento.
Cuando estás ahí sentís que el tiempo no pasa y piensas en todas las personas que han estado ahí, que lo han cruzado y te quedas sin aliento. Hasta que caes en cuenta de lo que estás viviendo y de pronto te ves reflejado en las expresiones de todos los nuevos visitantes que llegan al mismo lugar, con la mirada de asombro, la sonrisa espontánea y por supuesto su cámara en mano para llevarse una parte de lo que este puente representa y les hizo sentir.